Silvia en Lux

Aprobé unas oposiciones para la Unión Europea y me mudo a Luxemburgo, ¡qué bien!............. ¿¿¿QUÉ BIEN??? Aventuras y desventuras de Silvia en las europas

02 octubre 2005

Gracias, amigos

Poco antes de trasladarme a Luxemburgo unos buenos amigos me regalaron un estupendo jamón. Tras largas discusiones acerca de la intendencia y de la logística del traslado del susodicho a mi humilde morada de emigrante ayer por fin Félix me trajo los primeros trozos (cortados y envasados al vacío, qué le vamos a hacer).

Hace un momento lo hemos abierto y catado y nos hemos acordado de vosotros con lágrimas en los ojos. Gracias, amigos, gracias por esta delicia. Esos sí, tengo que vigilar a Félix de cerca porque con aquello de “no te preocupes, reina, que yo lo corto” cada vez que asoma desde la cocina lo hace moviendo el bigote, y eso le da una ventaja que no estoy dispuesta a asumir, que para eso soy la expatriada.

Siguiendo con temas culinarios, nosotros nos dedicamos a patear restaurantes con un único afán investigador. No es que nos guste, lo hacemos por vosotros, para poder recomendaros buenos manjares cuando vengáis a vernos. Anoche estuvimos en la Maison bereber, que como su nombre indica, es un restaurante marroquí estupendo. El lugar nos trajo recuerdos de nuestro viaje por Marruecos, aunque realmente no nos hace falta comer ricos tajines para acordarnos de lo bien que lo pasamos por aquellos lugares con gente tan estupenda. Estamos deseando establecernos para volver a las andadas y seguir haciendo todos los viajes que sea posible.

Esta mañana hemos ido a un restaurante alsaciano, uno de nuestros preferidos en Luxemburgo. Ahí fuimos a celebrar mi primera entrevista y repetimos la visita de vez en cuando.

Continuaremos con las excursiones gastronómicas, pero recordad que siempre lo hacemos por vosotros.